Los marginados.

 Para la actual sociedad occidental, los criterios básicos de definición de la marginación social son ante todo y casi exclusivamente necesarias para mantenerse con vida, y por tanto, al no entrar dentro del esquema consumista que define al ciudadano actual, tampoco tienen el mismo trato.

Los marginados de hoy.

A pesar de que la sociedad se ha modernizado, sigue habiendo marginados, a los cuales pertenecen los siguientes grupos:

Inmigrantes sin recursos, que salen de su país para intentar mejorar su calidad de vida.

Los sin techo y sin dinero para mantenerse, que duermen en las calles o en albergues.

Niños de países del tercer mundo, que son obligados a trabajar a cambio de un salario mísero y obligándolos a renunciar a una educación.

Mujeres y niñas, que tienen un papel ínfimo en la sociedad de algunos países, esto las impide votar, conducir, y ni siquiera tienen libertad para casarse, las niñas no tienen derecho a la educación y son obligadas a cuidar la casa.

Los marginados de ayer.

En tiempos de Jesus, había muchas desigualdades sociales, pero Jesus luchó contra ellas y ayudó a los marginados:

Publicanos, que cobraban para los romanos los tributos de las mercancías importadas, el pueblo los odiaba y los tenía por ladrones.

La mujer, que no tenía los mismo derechos que el hombre y dependía totalmente de su padre hasta que se casaba, y entonces dependía totalmente del marido.

Enfermos, que se veían apartados social y religiosamente y frecuentemente se convertían en mendigos.